Dulce, poético, compartido... El bordado es una forma de expresión artística que me permite contar historias y compartir un universo que es único para mí y realmente apacible.

Mi trabajo evoluciona constantemente, sobre todo en los últimos años. Por el momento, utilizo muchos puntos de relleno. Me encanta els punto de tallo y de cadeneta, que me permiten rellenar zonas enteras al tiempo que crean textura en mis proyectos. Así, con puntadas sencillas, consigo rellenar zonas que normalmente se rellenan con puntadas más complicadas (punto de sombra, punto plano).

Empecé a bordar de niña. Durante las vacaciones escolares de verano, me quedaba con mi abuela Marguerite, costurera de profesión en unos grandes almacenes franceses. Todas las tardes pasábamos unas horas alrededor de una mesa en la que disponía telas, hilos, botones y agujas. Mientras me hacía vestidos, me enseñaba a coser un botón, a unir dos trozos de tela, a bordar puntadas sencillas para decorar un bolsillo, una servilleta... El objetivo era mantenerme ocupada, al tiempo que me enseñaba lo que ella consideraba esencial para la educación de una niña.

Mis primeros bordados fueron sobre telas de lana estampada. Luego, a medida que fui creciendo, creé mis propios diseños, muy sencillos e ingenuos, utilizando puntos de bordado tradicionales. También bordé cosas para mi ajuar (una colección de artículos creados para el matrimonio) pañuelos, servilletas y ropa. Para mi abuela era muy importante que yo participara en su desarrollo.

Luego llegó la adolescencia. Mis intereses cambiaron un poco y las agujas y el hilo se guardaron en los cajones. Fue cuando supe que iba a ser mamá cuando volví a retomarlo

Un bastidor de 10 cm. Un bastidor de 10 cm te permite mantener el tejido tenso, puedes der tu labor con claridad y bordar con mayor precisión. Una buena fuente de luz. Una buena fuente de luz es esencial para proteger tus ojos (¡una herramienta muy valiosa!) y para poder ver los colores y los detalles con claridad. Mi bolsa de bordado. Me acompaña a todas partes para llevar siempre conmigo mis trabajos en curso. Un buen surtido de hilos y todo mi material de bordado. También alberga una colección de agujas, concretamente una aguja por color (la número 9, perfecta para el bordado tradicional). Una aguja por color, ¡te puedes imaginar la cantidad de agujas que llevo constantemente!

Todo me inspira: la moda, la naturaleza, las tendencias. Me obligo a no dibujar demasiado porque no tengo tiempo suficiente para desarrollar todas mis ideas. Me encantan las estaciones, la naturaleza y todo lo que encierra sentirse zen y consciente. El color.... es lo que más me gusta. Elegirlos y combinarlos. Mis primeros diseños para Un Chat dans l'Aiguille eran más clásicos, con mucho rojo, burdeos y blanco. Era la tendencia en Francia hace 17 años. Muy pronto sentí la necesidad de dar color a mis bordados. Me gusta que sean suaves y siempre en armonía. Me gusta que los colores que utilizo reflejen mi propio carácter y expresen mi alegría, mi búsqueda de serenidad y mi dulzura. Sin embargo, en los últimos años, y a petición de las bordadoras, mis creaciones son cada vez más coloridas, ¡y me gusta!. Hoy en día, tenemos la suerte de contar con una fuente inagotable de inspiración, sobre todo a través de las redes sociales. Por eso soy receptiva a las tendencias y a todo lo que me gusta y me inspira para estar continuamente al día. Combinar diseños y colores modernos con el espíritu del bordado tradicional es lo que hace que mis creaciones tengan éxito.

La flor de la vida tiene un fuerte significado para mí. Simboliza la vida y es una gran fuente de energía. Los colores utilizados resuenan en mí y refuerzan este fuerte simbolismo. Por eso me gusta tanto mi modelo de flor de la vida. Del mismo modo, los árboles de la vida son obras que me apasionan. Son obras en las que he trabajado y desarrollado con gran placer. Trabajar en las estaciones no fue fácil, tuve que salir de mi zona de confort para trabajar con colores que no habría elegido necesariamente. Y, por supuesto, está mi pequeña Salomé. Creé este personaje hace unos años como una pequeña mascota que siempre estaría a mi lado. Salomé viaja, Salomé cuida de sí misma y de los demás, ¡Salomé vive! Me gusta hacerla vivir todas estas aventuras. Mi trabajo evoluciona constantemente. Experimento y me reinvento constantemente. Actualmente estoy muy inspirada por la naturaleza y las flores, que implican muchos puntos de relleno.

El bordado proporciona una sensación de evasión en la que nada importa salvo la creación. Es una verdadera fuente de meditación. Gracias al bordado, me siento tranquila y alineada conmigo misma. Antes tenía una enorme falta de confianza en mí misma, pero el bordado me ha ayudado considerablemente. Ver cómo mis proyectos cobran vida, gestionar una empresa y un equipo, tomar decisiones, hablar en público y transmitir mis conocimientos son sólo algunas de las muchas cosas que he conseguido gracias al bordado. Gracias a Un Chat dans l'aiguille y al bordado, he podido viajar por todo el mundo. He estado en Japón, Brasil y Yakarta, entre otros países, lo que me ha permitido experimentar diferentes culturas, conocer gente enriquecedora y explorar nuevas formas de trabajar con los hilos..

Mi proceso creativo es bastante intuitivo. Primero dibujo el patrón en la tela. Luego trabajo por sensaciones. Cojo la aguja y la inspiración viene sola. Es como si tuviera un lienzo en blanco y un pincel en la mano. Elijo mis puntos sobre la marcha, el diseño inicial es sólo un pretexto para mi imaginación. Muy a menudo, mi diseño original cambia cuando empiezo a bordarlo. También deshago muchas cosas cuando la puntada o el color no quedan bien. No me da miedo empezar desde el principio si no me gusta cómo está quedando.