Normalmente, la tensión necesaria para un patrón se indica al principio de las explicaciones del mismo, y es importante que te asegures de que coincide antes de empezar; de lo contrario, tu proyecto final podría ser demasiado pequeño o demasiado grande. Conseguir la tensión correcta puede implicar hacer varias pruebas, cambiando cada vez el tamaño de las agujas hasta que encuentres la combinación perfecta. Comprobar la tensión es una parte normal e importante de la preparación para empezar a tejer, tanto si eres principiante como si ya tienes experiencia, así que no te sientas fracasado si no consigues la tensión correcta a la primera.

Utilizando el hilo y las agujas de punto especificados en el patrón, haz un cuadrado en el mismo punto que se explica en el patrón. Como tomarás las medidas a partir de 10 cm, haz un cuadrado más grande para dejar un margen en el borde. Cierra la labor y extiende el cuadrado sobre una superficie plana sin estirarlo.

Coloca una regla horizontalmente sobre una fila de puntos y señala 10 cm con alfileres. A continuación, haz lo mismo verticalmente y coloca alfileres a los 10 cm. Cuenta el número de puntos y vueltas que hay entre los alfileres y anótalo.

Si tienes más puntos y vueltas de los especificados en el patrón, haz otro cuadrado de tensión utilizando unas agujas más grandes.

Si tienes menos puntos y vueltas de los especificados en el patrón, haz otro cuadrado de tensión con unas agujas más pequeñas.

Sólo debes empezar a trabajar el patrón cuando, ajustando el tamaño de las agujas, hayas conseguido la tensión correcta.